Cómo preparar una salsa
bechamel. Quizás la más famosa de las salsas blanca, posiblemente la más
conocida y preparada del mundo. Una antigua salsa de alta cocina para los
aristocráticos hace más de 300 años, para mantenerse entre nosotros hasta
nuestros días y que sea tan común como preparar unos huevos fritos.
Esta famosa salsa o crema
tiene una historia de lo más interesante, la Bechamel se atribuye a Luis de
Béchamel (1630-1703), marqués de Nointel, aunque las malas lenguas dicen que el
inventor fue el cocinero de su hijo. Aunque la base de la bechamel es la leche,
en la antigua receta ésta no se empleaba en su preparación.
El ingrediente principal era
un fondo de jugo de ternera que la hacía mucho más fuerte y no tan cremosa,
unos años después la salsa evolucionó a lo que es hoy en día. Encontramos en el
libro “Cocina Moderna” (Londres,1733), unos años después de su invención que se
introducía la leche o en este caso crema de leche “Pon en una cazuela tres o
cuatro porciones de mantequilla, con un poco de perejil, cebollino, chalotes
trinchados, sal, pimienta, un poco de nuez moscada, harina para ligar la salsa,
y crema de leche. Removedla en el fuego para que tome gusto y consistencia, y
servidla al punto”. Así como si se tratase de una película, el protagonista
ahora es la leche, entera, nada de quitarle calorías y sus ingredientes
secundarios, harina, sal y mantequilla, opcionalmente encontramos nuez moscada
y pimienta blanca, que a mí me gusta pues le aporta un toque diferente.
Esta salsa en ocasiones y
crema en otras va a ser la base para muchas recetas que encontrarás en el blog,
no es la única forma de preparar la famosa bechamel pero a mi así me sale muy
bien, espero que les guste esta receta y se animen a hacerla.
Ingredientes
para Salsa o crema Bechamel
125 g de harina
125 g de mantequilla o
margarina
1 litro de leche
Nuez moscada
Sal y pimienta
Antes
de empezar con la salsa bechamel
1. Tamizamos la harina con un colador. Este paso es muy importante
para que luego no se produzcan grumos.
2. Ponemos en una olla a calentar a fuego medio el litro de leche
durante 4-5 minutos sin que llegue a hervir. Este paso es para luego acelerar
el proceso de preparación de la salsa.
3. En otra olla introducimos la mantequilla o margarina y la
calentamos a fuego bajo hasta que se derrita, tiene que tornar a un color
avellana y sacará un poco de espuma que podemos quitar si queremos.
4. Luego añadimos la harina tamizada (Roux, es el nombre que tiene
este paso o mezcla de harina y mantequilla, que nos ayudará a ligar la
bechamel, no sólo se utiliza en esta salsa sino en muchas otras).
5. Dejamos que se mezcle hasta que formen pequeñas masas de tono dorado. Esto es muy importante porque si
la harina queda cruda la bechamel sabrá mucho a harina y no es lo que queremos.
6. En el paso anterior he utilizado mantequilla, pero si queremos
podemos utilizar a medidas iguales mantequilla y aceite de oliva. El aceite le
da un toque especial. Podéis probar a ver si os gusta.
Preparación
final de la salsa bechamel
1. Removemos muy bien con una cuchara de madera la harina con la mantequilla hasta quede como una bola.
2. Echamos la leche caliente en la olla con la harina y la
mantequilla.
3. Añadimos sal, pimienta al gusto y un poco de nuez moscada
molida.
4. Removemos de manera continua con un batidor (5-6 minutos).
Vamos controlando la temperatura, en este paso lo mejor es dejarlo al mínimo.
5. Quedará una mezcla homogénea y lo más importante sin grumos. Si
no tienes controlada esta salsa y quedan grumos, puedes arreglarla con un toque
de batidora, quedará perfecta.
6. Es una manera original de hacer alguna receta de pasta o
incluso croquetas. Imaginación al poder.
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