Esta es la guía definitiva
para hacer una buena pizza casera ¡Porque hacer una buena pizza casera es
posible! Y ya todos estaréis pensando en que la clave está en la masa de pizza.
Pues es un punto importante, eso seguro, pero hay otros aspectos a tener en
cuenta para que nuestra pizza casera resulte excelente.
Hay pizzas muy buenas que podemos comprar en pizzerías o restaurantes, pero no hay nada como hacerla en casa, con los ingredientes que más nos gustan. Dentro de las limitaciones, ya que utilizaremos un horno convencional, sí es posible aproximarnos a las pizzas que nos pueden servir en Trattorias/Pizzerías especializadas.
Como hemos dicho, la masa es
fundamental, y para hacerla en condiciones necesitamos tomárnoslo con calma.
Una de las recetas más visitadas del blog es la de Masa para pizza italiana ,
la cual he ido perfeccionando a medida que he preparado pizzas en casa.
Para ser más “profesionales”, vendría bien una rasqueta/cortador de masa (suele ser de plástico, muy barata), un pulverizador de aceite y para el horneado, una piedra de hornear, que nos ayudará a aumentar la temperatura que reciba la masa.
Tiempo de
elaboración: 50 minutos + levados
Dificultad: Fácil
Ingredientes
para Cómo preparar la mejor pizza casera
Un bol grande
Una báscula o un medidor de
cantidades
Plástico film
Un paño limpio
Papel de hornear
Ingredientes básicos:
Harina: 1 Kg
Agua: 550 ml
Levadura seca: 10 g
Sal: 8 g
Aceite de oliva virgen extra: 110 ml
Antes
de nada, un poco de planificación
Preparar una buena pizza en
casa no puede ser motivo de la improvisación o de un impulso. Es necesario
decidir con tiempo cuando la vamos a degustar, que ingredientes vamos a
utilizar y también cuantos comensales vamos a ser.
Tened en cuenta que el
proceso de amasado y levedado de la masa os llevará al menos 2 horas, por lo
que no os recomiendo andar con prisas. Por lo tanto, dejad los antojos
repentinos para otro momento y planificad con un tiempo prudencial vuestra
pizza casera.
Qué
materiales vamos a necesitar
En principio no
necesitaremos nada muy específico. Con los utensilios que solemos tener en casa
podremos salir airosos. Y el horno, pues con el convencional también nos
apañaremos.
Los
ingredientes básicos para la pizza
La masa de pizza se prepara
con ingredientes muy básicos, que tenemos siempre en casa: harina, agua,
levadura, sal y aceite de oliva virgen extra.
La calidad y “fuerza” de la
harina es un punto clave. Entre una y otra marca hay grandes diferencias, por
lo que en la medida de lo posible, intentad usar una harina de fuerza de
calidad.
Estas harinas “0000”, con
más aporte de gluten, van a favorecer el manejo de la masa, que será más
elástica, tierna y suave. También son adecuadas para el correcto crecimiento de
la masa en el proceso de reposo o levado. Las harinas convencionales, más
flojas, nos darán peores resultados.
En casa puedes experimentar
con una mezcla de harinas, utilizando un 10% de harina integral o de otro tipo,
para darle un toque personalizado.
En cuanto a la levadura, se
puede usar seca de panadería o fresca, aunque siempre respetando las
proporciones adecuadas: para 1 kilo de harina de fuerza, se usarán 8 gr. de
levadura seca o 25 gr. de la fresca.
Importante: para
la masa de pizza, no utilices levaduras químicas en polvo (tipo Royal). Éstas
son gasificantes, y solo actúan en el proceso de horneado, por lo que la masa
no crecerá durante el reposado. Esto es perfecto para bizcochos, pero no para
masas.
El agua influirá en el sabor
de la masa, por lo que si el agua que tenéis en casa no os convence o tiene
algún tipo de sabor, lo recomendable es emplear agua mineral embotellada.
Finalmente, el aceite mejor
de calidad, que sea de oliva y virgen extra. Le aportará un sabor suave y
especial a la masa.
Nos
ponemos manos a la masa
La superficie de trabajo
debe de ser amplia, estar limpia y despejada de elementos que no vayamos a
necesitar. Tener todos los ingredientes y utensilios bien a mano. Un mesado de
mármol, piedra o similar, es la superficie perfecta para preparar nuestra masa.
Antes de comenzar, leemos
bien los pasos a seguir, para no ir luego improvisando sobre la marcha. Pesamos
todos los ingredientes y los disponemos en la zona de trabajo.
El primer paso es siempre
disponer la harina en un bol grande, hacemos un hueco en el medio, y vertemos el agua más la levadura disuelta.
A continuación el aceite, y finalmente la sal. Mezclamos con una cuchara, sin
amasar y tapamos con film transparente
Si no vamos a trabajar con
ella al momento, podemos dejarla en la nevera, entre 1 y 3 horas, para que vaya
“engordando”. Si estamos en verano o en una zona cálida, bastará con una hora.
Cuando se acerque el momento de trabajarla, sacarla un tiempo antes del frío,
para que coja temperatura ambiente.
Volviendo al punto anterior,
seguimos removiendo con la cuchara, hasta que comprobamos como va cogiendo
cuerpo. Una mezcla pegajosa pero con cierta firmeza.
Echamos bastante harina en
la encimera, sacamos la masa del bol y la trabajaremos con las manos. Para que
no se nos pegue demasiado, podéis mojar las manos con agua fría.
Comenzamos a amasar con las
manos. La estiraremos como un churro, y luego la retorcemos en espiral varias
veces. Volvemos a juntar y repetimos el proceso. Poco a poco la masa irá
cogiendo elasticidad y será más manejable.
Durante el proceso,
añadiremos un poco de harina, según nos la pida la masa. Pero tampoco se debe
de abusar, con unos 100 gr. a mayores nos llegará para trabajar la masa de 1
kilo. La medida correcta diría que es “hasta que la harina no se pegue a las
manos”.
Amasamos durante 10/12
minutos, hasta que comprobamos que la masa es homogénea y elástica. Hacemos una
bola, y la pasamos de nuevo al bol, que previamente enharinamos. Tapamos con un
paño limpio (de algodón) y dejamos reposar al menos 1 hora, hasta que aumente
el doble su tamaño.
Para saber en qué momento
está lista, yo utilizo el siguiente truco: presiono la masa con un dedo, y si
vuelve a su posición original, significa que la masa está en su punto para
preparar la pizza.
Con las cantidades que tengo
en mi receta de Masa de Pizza dará para varias unidades. Por ejemplo, con una
bola de 250 gr. da para una pizza para 2
personas. La masa puede congelarse sin
problema. Envolviéndola en film transparente, y descongelándola 24h antes,
cuando quieras utilizarla.
Cuando vayas a estirar la
masa, no utilices el rodillo. Enharina bien las manos y estira la masa con la
ayuda de las palmas, con cuidado de no romperla. Poco a poco le das la forma
redonda (o cuadrada), y con los dedos se contorna con un borde. Para los más
osados, puedes probar lanzar la masa hacia arriba y volver a recogerla con los
puños, al puro estilo de una auténtica pizzería.
No dejes de preparar alguna
de las recetas de pizza casera que tenemos en el blog, seguro que encontraras
un montón de ideas para hacer mucho más felices a los tuyos. Puedes ver todas
las fotos del paso a paso de la receta de la masa de pizza en este álbum.
La
cobertura de la masa de pizza
Mientras nuestra masa crece
durante la fermentación, es momento de ir preparando los ingredientes que vamos
a utilizar en nuestra pizza. Necesitamos hacer una “mise en place” que nos permita luego completar la pizza sin demoras.
Elegidos los ingredientes,
los lavaremos y cortaremos, según sea necesario. La calidad de los mismos será
importante para el resultado final. Escoge combinaciones de ingredientes que combinen
bien entre ellos, y no utilices demasiados. Mi recomendación es no emplear más
de 4/5 ingredientes para la cobertura.
Sobre la masa irá una base
de salsa de tomate, preferiblemente casero, que extenderemos uniformemente por
toda la superficie. Sobre el tomate, repartiremos el queso, en porciones o
desmenuzado. Usaremos mozzarella fresca, que se puede combinar con otros tipos
de queso: parmesano, gorgonzola, ricota, queso manchego, Arzúa-Ulloa, etc.
A continuación dispondremos
el resto de ingredientes, repartidos por igual, por toda la pizza. Una buena
elección es incorporar hierbas aromáticas frescas, como la albahaca o el
romero. Le darán a nuestra pizza un toque especial.
Enharinamos la bandeja del
horno y colocamos la pizza sobre ella. También podéis colocar un papel de
horno, de esta manera será más fácil retirar la pizza.
El
horneado de la pizza
Como vamos a tener que
cocinar con el horno convencional de casa, tendremos que crear las condiciones
más parecidas a un horno de pizzería, y así tener éxito con la pizza. Un horno
de ese tipo alcanza sobre 300-350º C y el de casa no suele pasar de 250º C.
Pondremos a precalentar, a
la máxima potencia (pero no grill), con la función calor arriba/abajo, unos
15/20 minutos.
Colocaremos la bandeja en la
parte central del horno, con la pizza sobre ella. Hornearemos unos 8/10 minutos
a 250º C. En este tiempo deberíamos de tenerla lista, aunque puede variar en
función del grosor de la masa o lo que “apure” su horno. Tener en cuenta que
muchos “mienten” y no dan la temperatura real que marcamos en el termostato.
Un truco para comprobar que
nuestra pizza está en su punto, es levantar la base con una espátula (o
similar). Si vemos que el fondo está comenzando a tostarse/dorarse, significa
que la pizza ya está lista para retirar del horno.
Una vez fuera, la dejamos
reposar unos minutos. Para no quemarnos al degustarla y para que los
ingredientes de la cobertura se asienten con la base de queso y tomate.
Con todo lo que hemos tratado queda bien claro que
hacer una buena pizza casera es posible, aunque tampoco hay que dejarlo todo a la improvisación. La recomendación
final es que cojas una cervecita bien fría
y disfrutes de su Pizza.
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