sábado, 11 de febrero de 2017



Las hierbas aromáticas, al igual que los condimentos y las especias, también se utilizan en la cocina para realzar y refinar el sabor, el aroma y darle colorido a nuestros platos.
Existen muchísimos tipos diferentes de plantas aromáticas frescas y también secas o deshidratadas, sin embargo, usualmente en la cocina utilizamos unas 8 a 10 de ellas, que son las que les vamos a recomendar en nuestra publicación.
Actualmente, tenemos la comodidad de encontrar hierbas aromáticas frescas en muchos mercados y supermercados, lo que se nos hace mucho más fácil a la hora de tenerlas y poder disfrutar de sus bondades.
No requieres de mucho espacio en tu cocina, ni de grandes cuidados para tenerlas, ya que con un lugar cerca de una ventana y un poquito de amor será suficiente para mantenerlas y cosecharlas.
Pero, ¿cuáles son las hierbas aromáticas que deberíamos cultivar en casa para utilizarlas en nuestras recetas?
A nuestro juicio con tener unas 8 a 10 plantitas es suficiente para el uso diario, y las que no se utilizan mucho, las podemos tener secas o deshidratadas:
1.-   Albahaca: Existen una diversidad infinita de tipos de albahaca, casi todas con aromas de lima y limón con notas de canela, regaliz y anís. Unas son de hojas pequeñas, otras de hojas más grandes, las hemos encontrado hasta con hojas de color vino tinto con un sabor tan contundente y especial, que uno no cree que exista tanto elogio para el paladar. Es la protagonista principal de la salsa pesto y la compañera perfecta para una salsa de tomate hecha en casa. Dentro de una ensalada capresse es estupenda.
La albahaca es una hierba sumamente delicada y tierna, por lo que aconsejamos utilizarla siempre al final de la cocción o antes de servir. De ésta manera no perderá su color y su aroma característico.

 2.-   Cebollín, Cebollino y Ciboulette: Es una versión perfecta, tierna y delicada de la cebolla y es una de las hierbas aromáticas perennes que se utiliza mucho en la cocina. Sus hojas de forma cilíndrica le aportan sabor y aroma a muchas cremas, salsas, sopas, recetas con huevos, ensaladas, yogures, dips, queso crema y pescados. Sus flores engalanan cualquier plato.
Recomendamos cortar esta hierba con tijera y utilizarla cruda y antes de servir, ya que de esta manera no pierde su color, su textura y su aroma. Si la vas a cocinar es perfecta en omelettes, sopas, cremas y en salsas blancas para pescados y carnes blancas.

3.-  Cilantro, culantro europeo, perejil chino o coriandro fresco: Es la hierba aromática, junto con el perejil, más utilizada en el mundo. Se caracteriza por tener un sabor fuerte y penetrante. Sus hojas pequeñas de color verde intenso son utilizadas para condimentar caldos y sopas, y muy frecuentemente se utiliza en la preparación de salsas, pescados y aves. Esta presente en muchos platos de la cocina latinoamericana y es una hierba muy apreciada que no falta en las cocinas de América Latina, Asia, China, Tailandia, India y Vietnam.
Se suelen utilizar todas las partes de la planta, los tallos para sopas y caldos, y las hojas para salsas y para decorar platos.
Si vas a utilizar el cilantro en su estado fresco recomendamos añadirlo antes de servir para poder disfrutar de todo su aroma y sabor. Si lo vas a cocinar, añádelo casi al final de la cocción para poder disfrutar de toda su esencia.
Si lo compras en ramillete o manojo consérvalo cubierto en papel de cocina, dentro de un envase hermético y en la nevera, procurando consumirlo en unos 2 a 3 días, ya que se marchita muy rápidamente. Recomendamos no congelarlo porque pierde completamente su aroma.

4.-  Eneldo: Es una hierba aromática que se emplea en la cocina desde hace miles de años. También es conocido como: abezón doméstico, anega, aneldo, anella, anetaverón, aneto, avezón doméstico, eneldo viscoso, hinojo hediondo, neeneldo.
Es una hierba muy perfumada con notas de anís y limón con un toque dulce y ligeramente amargo. Es de tallo erecto, frágil y muy fino con hojas bastante ramificadas y delicadas de color verde turquesa. Su atractiva flor es de color amarillo que asemejan sombrillas encima de ese follaje espeso.
Se utiliza en infusiones o tisanas para favorecer la digestión y la eliminación de gases del cuerpo.
Es una hierba muy versátil que combina con muchas otras hierbas frescas. Se emplea en la cocina europea en guisos de pescados y mariscos. También se utiliza para sazonar encurtidos y conservas.
Recomendamos utilizar el eneldo justo antes de terminar la cocción, sin embargo, para que no pierda su aroma y su sabor, es preferible usarlo crudo y lo más fresco posible.
Si lo compras en manojos o ramilletes recomendamos lavarlo, secarlo bien con papel de cocina, cortarlo y guardarlo herméticamente en una bolsa plástica en el congelador. Te durará hasta un año en perfectas condiciones y su aroma no tendrá mucha alteración. Ahora, si lo guardas en la nevera, cúbrelo con papel de cocina, lo guardas en un envase hermético y te durará hasta 8 días.

5.-  Hierbabuena y Menta: Estas dos hierbas aromáticas son muy parecidas en su esencia, solo que la forma de sus hojas son distintas. Es una hierba muy fácil de tener y cultivar, ya que se reproduce y se propaga muy fácil y rápidamente en suelos húmedos, fértiles y poco soleados. Es perfecta para tenerla en maceta en la cocina.
Su aroma y sabor vivificante y refrescante tiene un sinfín de usos en la gastronomía siendo ingrediente importante en licores, helados, refrescos, salsas, consomés, caldos y sopas.
Se utiliza mucho en forma de infusiones o tisanas para favorecer las funciones digestivas, para aliviar el catarro, la bronquitis y la laringitis, además de poseer un efecto antiinflamatorio. Servida caliente o fría con una buena rodaja de limón refresca y reconforta mucho.
En la gastronomía esta agradable hierba armoniza muy bien con otras especias como el jengibre, el cardamomo, el comino y el clavo de especias o clavo de olor, e igualmente combina fantásticamente con las hojas frescas de otras plantas aromáticas como la albahaca, el eneldo, el cilantro y el perejil.
Es apreciada para aderezar y aromatizar salsas y sopas, en verduras y hortalizas como la berenjena, el calabacín y el pepino, en carnes de caza y de cordero, en pescados y mariscos, en legumbres como las alubias o frijoles blancos, dándole un toque de frescura a los platos. También en ensaladas, chocolates, frutas como el mango y en helados, alcanza su punto máximo de sabor y aroma.

6.-  Orégano y Mejorana: Estas dos hierbas aromáticas son muy similares, ya que tienen casi el mismo aroma y son muy parecidas, solo que la mejorana tiene un sabor menos intenso que el orégano y sus hojas son más suaves.
Ambas plantas aromáticas se pueden tener tanto en el jardín, como en maceta, y resultan muy útiles por sus cualidades tanto en la cocina, como por favorecer a nuestro organismo.
Son hierbas que necesitan sol directo y no exigen mucha agua, lo que las hace muy recomendables a la hora de cultivarlas.
Al igual que el romero y el tomillo, estas hierbas son perfectas para secarlas empleando el método más tradicional, natural y sencillo que es atar ramilletes por el tallo y colgarlos boca abajo en un lugar seco y aireado. En pocas semanas las hojas se secarán, las podrás triturar y guardar en un envase hermético con los demás condimentos y especias. De esa manera, podrás disfrutar de estas hierbas durante todo el año.
Sobre todo el orégano es muy famoso en la cocina italiana, ya que es el condimento tradicional para preparar salsas de tomate, pastas y pizzas. Igualmente, se utiliza en caldos, en licores digestivos, para aromatizar aceites, para hacer chorizos, en el osso bucco italiano y en el chili con carne.

7.-  Perejil: Esta hierba es una de las más utilizadas en la gastronomía, ya que sintoniza fantásticamente con todo tipo de platos. Como protagonista en salsas como el mojo verde, en el guacamole mexicano, en la guasacaca venezolana, el chimichurri argentino, en ensaladas como el tabulé, el pico de gallo, o añadiéndolo a la preparación de un sabroso caldo de pollo o carne de res es una maravilla. Para aliñar una mantequilla, un yogurt o simplemente para decorar un plato es perfecto.
También lo puedes preparar en infusión, ya que tiene las propiedades de ayudar a una buena digestión. Esta hierba tiene la ventaja de que la puedes guardar congelada y ésta no perderá sus propiedades. Solo debes lavarla bien, secarla con papel de cocina para eliminar el exceso de agua, cortarla a tu gusto y congelarla en bolsas de congelación. No olvides colocar en la bolsa una etiqueta con el nombre del alimento que estás congelando y la fecha.

8.-  Romero: Este arbusto aromático de hojas perennes es muy utilizado en la gastronomía, sobre todo en la mediterránea, y se emplea en la cocina, en la preparación de asados, guisos, sofritos, sopas y salsas a los que le da un aroma muy particular potenciando los sabores y los aromas, sobre todo en el caso de carnes.
Los usos del romero son múltiples, ya que no solo se utiliza en la gastronomía, sino que también se utiliza como planta medicinal, ya que posee numerosas propiedades estimulantes para la sanación y para la digestión.
Combina perfectamente con el tomillo y la salvia en platos con aromas y sabores robustos, y se debe incluir en la receta preferiblemente en la mitad de la cocción para poder disfrutar de todo su aroma, su sabor y sus beneficios.
Esta hierba es perfecta para elaborar y aromatizar aceites e infusiones. Igualmente no pierde sus propiedades si la lavas, la cortas y la guardas en una bolsa para alimentos en el congelador. Así mismo, se puede secar empleando el método más tradicional, natural y sencillo que es atar ramilletes por el tallo y colgarlos boca abajo en un lugar seco y aireado. En pocas semanas las hojas se secarán, las podrás triturar y guardar en un envase hermético con los demás condimentos y especias. De esa manera, podrás disfrutar de esta hierba durante todo el año.

9.-   Salvia: La salvia es una de esas hierbas aromáticas que son perfectas para tenerlas en la cocina.
Es una planta muy aromática y curativa y está representada en casi 900 especies en numerosas regiones del mundo. Su nombre proviene de la palabra latina “salvare” que significa “curar, calmar o aliviar”. Por lo general, sus hojas verde-grisáceas y aterciopeladas se utilizan para sazonar carnes de cerdo, de cordero y de aves, para aderezar algunos tipos de quesos y embutidos, para darle el sabor aromatizante al platillo tradicional de la gastronomía romana de la Saltimbocca, en la mantequilla para pastas y ñoquis y sus flores de color rosa suave, se utilizan para dar fragancia a mermeladas y conservas, y para decorar platos tanto dulces como salados.

10.-  Tomillo: Esta hierba aromática es muy popular en la cocina mediterránea y es un arbusto que crece con mucha facilidad sin exigir demasiados cuidados. La puedes cultivar en el jardín y también en maceta preferiblemente bajo los rayos del sol y en suelos con poca humedad.
Existen muchas especies de esta planta, sin embargo, la más conocida es el tomillo vulgar (Thymus vulgaris). Es un arbusto perenne, de follaje espeso, con hojas muy pequeñas, leñoso y muy aromático.
El tomillo se utiliza en muchísimos platos para condimentar y aromatizar sopas, guisos, carnes, verduras y quesos. Desde vegetales al horno o papas asadas, hasta rissotos, carne de ternera, de cerdo, de conejo, pavo y pollo. Igualmente, se utiliza para infusiones y se le atribuyen numerosas propiedades medicinales.

Al igual que el romero, esta hierba se puede secar empleando el método más tradicional, natural y sencillo que es atar ramilletes por el tallo y colgarlos boca abajo en un lugar seco y aireado. En pocas semanas las hojas se secarán, las podrás triturar y guardar en un envase hermético con los demás condimentos y especias. De esa manera, podrás disfrutar de esta hierba durante todo el año.
Cuando utilices hierbas aromáticas frescas:

Es importante lavarlas, secarlas y cortarlas siempre brevemente antes de su utilización.

Las hierbas robustas como el romero o el tomillo se introducen finalizando la cocción, mientras que las hierbas delicadas como el cilantro, el perejil, la albahaca o el eneldo deben ser agregadas poco antes de servir.

Las hierbas fuertes y regias como el romero, el tomillo y el laurel pegan de forma especial con asados de carne de cerdo, de res o de pollo. El romero es un acompañante clásico para el cordero. El tomillo y la salvia son perfectos para el pollo y la carne de cerdo. Estas hierbas fuertes y potentes deben añadirse siempre al principio de la cocción.

Las hierbas más delicadas y tiernas como el perejil, la albahaca, el estragón o el cilantro van muy bien con el pescado y se aconseja que se utilicen siempre al final de la cocción o antes de servir. De ésta manera no perderán su color y su aroma característico.

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