La carne de cordero suele corresponderse con corderos (tanto
macho como hembra) que tienen menos de 300 días de vida, los cuales pueden
pesar entre 5,5 y 30 kilos dependiendo de su edad. Sin embargo, pasados esos
300 días de vida reciben el nombre de carneros.
Es un
tipo de alimento muy característico en algunas cocinas mediterráneas, además de
las cocinas del Magreb, de la cocina india y también en algunas partes de
China. En Argentina, por ejemplo, se caracteriza por ser uno de los alimentos
más preciados, especialmente en la Patagonia argentina.
La carne de cordero es una fuente interesante de proteínas para nuestro organismo, especialmente por su alto contenido en proteínas de buena calidad o de alto valor biológico.
Por
su contenido en minerales, sobre todo por su alto nivel de hierro, es un
alimento interesante en caso de anemia, ya que es un nutriente que forma parte
de la hemoglobina y es fundamental en la formación de las células rojas de la
sangre.
Aporta
selenio en interesantes cantidades, un mineral que ayuda a combatir los ataques
de asma.
También
aporta vitaminas del grupo B, fundamentales para el buen funcionamiento del
sistema nervioso.
Los Tipos
de corte de la carne
ovina son muy fáciles de recordar, los principales son los que podemos
ver en la imagen superior: Cabeza, cuello, pecho, chuletas (aguja, centro y
riñonada), costillar, falda, silla, paletilla, pierna (o gigot) y manitas.
La distribución por categorías de estos cortes son:
La distribución por categorías de estos cortes son:
Categoría Extra:
Chuletas y costillas
Categoría 1:
Pierna y silla
Categoría 2:
Paletilla
Categoría 3:
Cabeza, cuello, falda, manitas y pecho
Conozcamos algunas
características de los cortes mencionados y otros que también podemos
encontrar, así como de la casquería que ofrece la carne ovina y que ha vuelto a
ganar terreno en nuestra gastronomía:
Cuello: El cuello o pescuezo es un corte muy económico y muy apropiado
para hacer guisos, estofados, fondos… proporciona un exquisito sabor al
conjunto y es muy jugoso y tierno.
Pecho: El pecho es también muy sabroso, se encuentra entre el cuello y
la falda conservando una importante proporción de grasa, es ideal para hacer un
ragú o estofado.
Chuletas: En las chuletas encontramos tres partes, las de aguja, las más
cercanas al cuello, las del centro, también conocidas como chuletas de palo y
que son las más apreciadas, y las de la riñonada, que están cerca del lomo bajo
y no tienen costilla. Son ideales para asar, freír, hacer a la plancha…
Costillar: En la parte inferior del lomo está el costillar, es la carne
deshuesada de las chuletas que también suelen elaborarse asado, frito, a la
plancha, etc.
Falda: La falda recubre la pared del abdomen, entre las patas y bajo el
lomo, fibrosa y con ternilla gelatinosa, es un corte ideal para guisar.
Silla: Este es uno de los cortes más apreciados, tanto entero como
deshuesado y troceado, es ideal para asados. A veces acompaña a la pierna, y
hay un corte que se conoce como barón que se compone de las dos piernas y la
silla. Cabe destacar también que el corte que recoge las dos piernas se llama
Doble.
Paletilla: Las patas delanteras son las paletillas, más pequeñas que las
piernas, muy sabrosas y jugosas, con mayor proporción de grasa, que proporciona
una carne muy tierna, excelente para asar entera, aunque también se puede
trocear y hacer exquisitos guisos con ella.
Pierna: Son las piernas traseras, se hacen enteras, a filetes,
deshuesada… es un corte muy apreciado para distintos tipos de elaboraciones
culinarias, desde asados hasta guisos.
Chop: se conoce con este nombre a un corte de la silla, ideal para
hacer a la plancha o a la parrilla.
Noisette: Del lomo deshuesado y bridado, con parte de falda y costillar,
se sacan unos cortes como medallones exquisitos para freír o hacer a la
plancha.
Cabeza: Se compone mayoritariamente por despojos, que son especialmente
apreciados si proceden de animales jóvenes, sesos, lengua…
Asadura: Pulmones, hígado y corazón, suelen prepararse encebollados,
fritos, guisados…
Mollejas: Las mollejas designan a la glándula conocida como ‘timo’, son
tiernas y sabrosas, ideales para rebozar, freír, saltear o
guisar.
Higado: Muy apreciado para distintas elaboraciones, desde guisos y
rellenos, hasta patés.
Riñones: También muy apreciados para hacer guisos.
Callos: Como sabemos, es el estómago del animal. Se prepara en guisos y
en ocasiones junto a las manitas con el hueso.
Manitas: Pueden ser con hueso o deshuesadas (nunca olvidaremos las que
nos prepara Fátima). Se pueden hacer en salsa, rebozadas, guisadas, etc.
Criadillas o turmas: Los testículos del cordero suelen hacerse rebozados y fritos.
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