sábado, 28 de enero de 2017



DIFICULTAD: Fácil
TIEMPO: 10 minutos
PORCIONES: Para 1 personas


INGREDIENTES PARA MUG CAKE DE CHOCOLATE PERFECTO

  • 4 cucharadas rasas de harina de repostería
  • 4 cucharadas de azúcar blanco
  • 2 cucharadas de cacao en polvo
  • 1/3 de cucharadita de levadura en polvo
  • 1 huevo mediano, frío de la nevera
  • 3 cucharadas de leche entera
  • 3 cucharadas de aceite de girasol
  • Azúcar glass para adornar

Cómo preparar un mug cake. Esta receta de postre no es más que un bizcocho en taza (traducción literal del inglés) que se ha puesto de moda en América desde hace unos años. Es una receta muy simple que consiste en mezclar los ingredientes con un tenedor, introducirlos en una taza y cocinar en el microondas durante un periodo de tiempo muy pequeño.

Se comen en la misma taza y cuando aún están templados, de hecho no es muy aconsejable dejarlos para el día siguiente, se quedan un poco duros. Muy importante que la taza sea apta para el microondas ya que hay algunas que se calientan por fuera pero no se reparte el calor uniformemente por el interior. Ya todos sabemos cuáles son, hoy en día ya estamos muy acostumbrados a usar este pequeño aparato.

Este bizcocho a la taza tan de moda en EEUU tiene muchas variantes en cuanto a sabores y aroma, desde este mismo de chocolate al que puedes añadir ralladura de naranja, a los que próximamente publicaré en el blog, tanto dulces como salados. Siempre me gusta experimentar en la cocina, y espero que los que prepares en casa salgan tan bien como el coulant de chocolate que publiqué en este blog. El resultado de este dulce es un bizcocho que más que horneado es como cocido, pero que si se hace con cariño y paciencia (no más de 5 minutos de paciencia) y sobre todo sin miedo, puedes conseguir un resultado magnifico.



PREPARACIÓN PARA UNA TAZA DE 250 ML.

1.   En un pequeño recipiente echamos las cucharadas rasas de harina, ayudándonos para ello de un cuchillo, y dejamos que el contenido de harina sea simplemente el que entra en la cavidad de la cuchara. Añadimos las cucharadas de azúcar, el cacao en polvo y la levadura.

2.   Revolvemos todo con la ayuda de un tenedor, hasta que los ingredientes están completamente mezclados.

3.   Batimos el huevo hasta que presenta burbujas, así el resultado es más esponjoso. Mezclamos con los ingredientes en polvo que tenemos en el bol.

4.   A continuación añadimos la leche y el aceite. Unimos todo con el tenedor de forma concienzuda hasta conseguir una mezcla completamente homogénea.

5.   La taza que vayamos a emplear es importante, los resultados de este postre dependen de ella. Tiene que ser apta para el micro y que reparta bien el calor, poco a poco te irás haciendo con tus tazas favoritas con las que acertarás siempre.

6.   Vertemos la pasta en la taza (mug) y la colocamos en el microondas. No lo olvides, no llenes la taza hasta arriba, deja unos dos o tres centímetros para que crezca y no se desborde.

PREPARACIÓN FINAL EN EL MICROONDAS Y PRESENTACIÓN

1.   Nosotros hemos utilizado un microondas cuya potencia máxima son 800 W y le hemos dado un tiempo de 3 minutos. Coloca la taza en el borde del plato giratorio, no en el centro y a mitad de la cocción. Ve dando vueltas a la taza, conseguiremos así un resultado más uniforme. Veremos como va subiendo poco a poco. Incluso en algunos casos puede que llegue a salirse un poco, dependiendo del tipo de taza, pero no te preocupes no se vierte.

2.   Es importante que no te pases con el tiempo que tienes la taza en el microondas: te puede quedar seco y correoso. Los tiempos que yo te doy son aproximados y para un microondas con una potencia de 800 W. Pero te digo por experiencia que al igual que los hornos ningún microondas cuece igual que otro. Lo bueno de este bizcocho es que puedes probar y probar, hasta dar con los tiempos que mejor le vayan a tus mug cakes. No te quedes con uno sólo. Prueba una, dos o tres veces hasta pillar el tipo de textura que más te guste.

3.   Una vez transcurrido el tiempo del microondas dejamos que se enfríe unos 5 minutos antes de degustarlo en la propia taza. No debemos tomarlo caliente pero tampoco es aconsejable dejarlo reposar mucho tiempo. Y mucho menos dejarlo de un día para otros ya que se endurece y resulta menos apetitoso.

4.   Echamos azúcar glass para decorar. Está realmente bueno y el esfuerzo es mínimo, ¡merece la pena intentarlo!


Un postre que admite un montón de acompañantes. Desde la nata montada, una bola de helado, sirope de chocolate, o decorado como en este caso con azúcar glass. Con todo el sabor a puro chocolate, húmedo, denso, muy intenso… ¿Te vas a resistir?


Puedes ver todas las fotos del paso a paso en el siguiente álbum.



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lunes, 23 de enero de 2017


Compañeros de la cocina les presento “Coulant de chocolate”, un postre magistral donde los haya. Quién no ha ido a un restaurante y ha visto en la carta: Muerte por chocolate, Bomba de chocolate caliente, Tormenta de chocolate, Pasión por el chocolate, Chocolat seduction, Soufflé de chocolate, Volcán de chocolate, Paradise de chocolate  todos se refieren al mismo postre, incluso hay muchos más. La receta original es de Michel Bras, quien llegó a patentarla bajo el nombre “Coulant de chocolate”, por eso cada restaurante lo llama de una manera distinta. A pesar de todos los nombres tan ostentosos este postre se reduce a un bizcocho caliente con una estructura crujiente por fuera y chocolate cremoso por dentro, no deja indiferente. Es una receta para los más chocolateros, hasta los paladares más exigentes quedarán satisfechos.

DIFICULTAD: Fácil
TIEMPO: 20 minutos
RACIONES: Para 10 personas





Ingredientes para Coulant o muerte por chocolate

250 g. de chocolate negro 70% 
100 g. de azúcar blanca (el normal) o glass (en polvo)
200 g. de mantequilla
6 huevos medianos
100 g de harina (si es de repostería mejor)
1 pellizco de sal fina
2 cucharadas de cacao en polvo 70% 


Cómo preparar una receta muy sencilla de coulant de chocolate. Quién no ha ido a un restaurante y ha visto en la carta: Muerte por chocolate, Bomba de chocolate caliente, Tormenta de chocolate, Pasión por el chocolate, Chocolat seduction, Soufflé de chocolate, Volcán de chocolate, Paradise de chocolate... todos estos nombres se refieren al mismo postre. Esta es una adaptación sencilla de la receta del gran cocinero Michel Bras. Este gran chef patentó su creación bajo el nombre “Coulant de chocolate“, por eso cada restaurante lo llama de una manera distinta y lo puedes encontrar con muchos nombres.

A pesar de todos los nombres tan ostentosos este postre se reduce a un bizcocho caliente con una estructura crujiente por fuera y chocolate cremoso por dentro, que no deja indiferente. Esta es una versión sencilla, no tan complicada como la receta de Bras, que consiste básicamente en batir y tener un poco de paciencia con el horno, usando la misma masa para todo el bizcocho. Lo he preparado varias veces y tiene un gran secreto, os lo escribiré muy bajo: Es un postre muy, pero que muy fácil. Y cuando digo fácil me refiero que hasta un niño puede hacerlo. No tenéis excusas para no quedar como unos grandes chefs de repostería con 15 minutos de nada.

Preparación de los coulant de chocolate

Les voy a explicar cómo los he preparado, consulté varias recetas en internet, pero la mayoría eran para Thermomix. Como yo no tengo lo acabé haciendo a mi manera, pero les aseguro que salen a la primera.

1.   Lo primero es hacernos con los envases, yo los he comprado en el supermercado. Los típicos para flanes de papel aluminio, son económicos.

2.   Untamos las 10 flaneras con mantequilla sin sal.

3.   Batimos los huevos con el azúcar glass o azúcar normal hasta que hagan espuma. Añadimos el cacao en polvo, la harina especial repostería (con esta harina subirá un poquito pues lleva levadura o leudante) y un pellizco de sal. Volvemos a batir con la batidora hasta que quede todo totalmente integrado.

4.   Preparamos en un bol el chocolate y la mantequilla. Lo introducimos en el micro durante 3 minutos a temperatura baja, mirando cada minuto como va para que no se nos queme. Luego batimos la mezcla con unas varillas hasta que quede una crema homogénea y bien integrada. Queremos una crema de chocolate espesa.

5.   Juntamos la crema de chocolate con la anterior crema y mezclamos bien con una cuchara, unas varillas o una espátula de silicona.

6.   Metemos toda la crema del coulant en una manga pastelera, así será más fácil rellenar los envases. Sino tienes manga usa una cuchara con cuidado. No rellenes todo el envase puesto que el bizcocho crece en el horno, deja como 1 cm. sin rellenar, pues el coulant subirá en el horno.


Horneado de los coulant de chocolate

1.   Esta es la parte más importante de la receta, el horneado. Cada horno es un mundo, las marcas y tipos de horno seguramente no coinciden con el mío. Para que salgan perfectos es necesario que hagas una pequeña prueba con uno de ellos antes que lleguen los invitados/as. Emplea uno y hornealo con las indicaciones que te  muestro a continuación, así puedes calcular de manera exacta el horneado y que el coulant no quede como una magdalena esponjosa.

2.   Queremos que quedé líquido por dentro y esponjoso por fuera. Repito importante y imprescindible si es la primera vez que preparas esta receta.

3.   Precalentamos el horno a 200º C, opción calor arriba y abajo. A los 5 minutos bajamos a 180º C.

4.   Aquí tenemos 2 opciones:

A. Si congelamos las flaneras o moldes con masa coulant.  Introducimos en el horno durante aproximadamente 11-12 minutos. Cada horno es un mundo, esto sólo lo sabrás haciendo pruebas, en el mío con 12 minutos queda perfecto.

B. Si la masa de coulant está recién hecha, metemos los moldes de coulant al horno durante 8-9 minutos.

5.   Dejamos enfriar un par de minutos y desmoldamos en un plato de color claro, queda muy bien el contraste. Podemos espolvorearlo con un poco de azúcar glass o con cacao en polvo. Este postre debe de tomarse caliente aunque en verano le va genial una bola de helado, el contraste es fabuloso. Y para los más atrevidos puede cubrirse con más chocolate caliente.

Y lo mejor de todo tal como les dije es que el Coulant de chocolate resulta muy fácil de hacer. No dejes de disfrutar de todos los tipos de coulants que tenemos en nuestras recetas de postres.

Consejos resumen

·        Cuanto más cacao tenga el chocolate menos esponjoso será el coulant, por eso es importante controlar el tipo de chocolate que vayas a emplear. Si empleas un 70% de cacao, como en este caso, necesita un poco más de azúcar, si vas a emplear por ejemplo un chocolate con leche el azúcar debe ser casi la mitad de esta receta.


·        Es perfecto para cualquier celebración y no queremos perder tiempo en la comida principal. Porque se puede tener preparado con antelación ya que congela perfectamente. Sólo tener el horno a punto en el último plato y estar pendiente de un reloj para los tiempos.

·        No rellenes todo el envase puesto que el bizcocho crece en el horno, deja como un cm sin rellenar.


·        Se ve que están hechos cuando aumentan su volumen hasta el borde de la flanera y el borde se ve cuajado mientras que el centro del Coulant tiembla un poco, la parte central se infla y tiene una fina capa temblorosa pero como he dicho antes importante los tiempos de horno son fundamentales.





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domingo, 22 de enero de 2017


A todos en la cocina nos ha pasado que llega una orden especial para algún comensal con algún régimen especial de alimentación y muchas veces nos bloqueamos sobre que preparar al momento  tal es el caso de los intolerantes al gluten o celiacos, ellos deben de tener una dieta libre de gluten para evitar las complicaciones que esto con lleva debido a su condición clínica. Para conocer que es una persona celiaca es bueno conocer un poco acerca del tema y cuál es la patología que presentan y porque deben de tener este tipo de alimentación.

además les dejos una serie de recetarios que pueden de ser de gran ayuda para cuando tengamos algún comensal con esta condición.


¿Qué es la Enfermedad Celíaca?
La enfermedad celíaca (EC) es un intolerancia permanente al gluten del trigo, cebada, centeno y probablemente avena que se presenta en individuos genéticamente predispuestos, caracterizada por una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes.

La prevalencia estimada en los europeos y sus descendientes es del 1%, siendo más frecuente en las mujeres con una proporción 2:1.

Un porcentaje importante de pacientes (75%) están sin diagnosticar debido, en su mayor parte, a que la EC durante años se ha relacionado, exclusivamente, con su forma clásica de presentación clínica. Sin embargo, el reconocimiento de otras formas atípicas de manifestarse, oligo y asintomáticas, combinados con la mayor y mejor utilización de las pruebas complementarias disponibles, ha permitido poner de manifiesto la existencia de diferentes tipos de EC: 
·         Síntomática: Los síntomas son muy diversos pero todos los pacientes mostrarán una serología, histología y test genéticos compatibles con la EC.

·         Subclínica: En este caso no existirán síntomas ni signos, aunque sí serán positivas el resto de las pruebas diagnósticas.

·         Latente: Son pacientes que en un momento determinado, consumiendo gluten, no tienen síntomas y la mucosa intestinal es normal. Existen dos variantes:

o    Tipo A: Fueron diagnosticados de EC en la infancia y se recuperaron por completo tras el inicio de la dieta sin gluten, permaneciendo en estado subclínico con dieta normal.

o    Tipo B: En este caso, con motivo de un estudio previo, se comprobó que la mucosa intestinal era normal, pero posteriormente desarrollarán la enfermedad.

Potencial: Estas personas nunca han presentado una biopsia compatible con la EC pero, del mismo modo que los grupos anteriores, poseen una predisposición genética determinada por la positividad del HLA-DQ2/DQ8. Aunque la serología puede ser negativa, presentan un aumento en el número de linfocitos intraepiteliales. La probabilidad media de desarrollar una EC activa es del 13% y una EC latente del 50% (tabla 1).

Sintomatología de la Enfermedad Celiaca

Los síntomas más frecuentes son: pérdida de peso, pérdida de apetito, fatiga, náuseas, vómitos, diarrea, distensión abdominal, pérdida de masa muscular, retraso del crecimiento, alteraciones del carácter (irritabilidad, apatía, introversión, tristeza), dolores abdominales, meteorismo, anemia por déficit de hierro resistentes a tratamiento. Sin embargo, tanto en el niño como en el adulto, los síntomas pueden ser atípicos o estar ausentes, dificultando el diagnóstico
Infancia
Vómitos
Diarreas fétidas, abundantes y grasosas
Nauseas
Anorexia
Astenia
Irritabilidad
Pelo frágil
Distensión abdominal
Hipotrofia muscular: nalgas, muslos y brazos
Fallo de crecimiento
Introversión
Dependencia
Leucopenia, coagulopatías, trombocitosis
Defectos del esmalte dental
Retraso pondoestatural
Dislexia, autismo, hiperactividad
Adolescencia
Anemia ferropénica
Dolor abdominal , diarrea malabsortiva
Estreñimiento, meteorismo
Hepatitis
Estomatitis aftosa
Queilitis angular
Dermatitis atópica
Cefaleas, epilepsia
Estatura corta, retraso puberal
Menarquia tardía
Artritis crónica juvenil
Frecuentemente asintomática 
Adulto
Diarrea malabsortiva
Apatía, irritabilidad
Depresión
Astenia
Inapetencia
Pérdida de peso
Dermatitis herpetiforme
Anemia ferropénica
Osteoporosis, fracturas, artritis, artralgias
Colon irritable, estreñimiento
Abortos, infertilidad, menopausia precoz
Epilepsia, ataxia, neuropatías periféricas
Cáncer digestivo
Hipertransaminemia


Diagnóstico de la Enfermedad Celiaca

Mediante un examen clínico cuidadoso y una analítica de sangre, que incluya los marcadores serológicos de enfermedad celíaca (anticuerpos antigliadina, antiendomisio y antitransglutaminasa tisular) se establece el diagnóstico de sospecha de la enfermedad. El conocimiento reciente de diferentes formas clínicas de enfermedad celíaca (clásica, atípica, silente, latente, potencial, etc.), ha venido a demostrar que no siempre se puede establecer un diagnóstico clínico o funcional de la enfermedad celíaca. Por ello, para el diagnóstico de certeza de la enfermedad celíaca es imprescindible realizar una biopsia intestinal. Dicha biopsia consiste en la extracción de una muestra de tejido del intestino delgado superior para ver si está o no dañado. Para realizar esta prueba es necesario que no se haya retirado el gluten de la dieta.  

Tratamiento de la Enfermedad Celiaca

Su tratamiento consiste en el seguimiento de una dieta estricta sin gluten durante toda la vida. Esto conlleva una normalización clínica y funcional, así como la reparación de la lesión vellositaria. El celíaco debe basar su dieta en alimentos naturales: legumbres, carnes, pescados, huevos, frutas, verduras, hortalizas y cereales sin gluten: arroz y maíz. Deben evitarse, en la medida de lo posible, los alimentos elaborados y/o envasados, ya que en estos es más difícil garantizar la ausencia de gluten.

La ingestión de pequeñas cantidades de gluten, de una manera continuada, puede causar trastornos importantes y no deseables. 

Enfermedades Asociadas

Suelen preceder a la EC, aunque también pueden manifestarse simultáneamente e incluso después de ella. Los pacientes que las padecen son considerados grupos de riesgo ya que su asociación se produce con una frecuencia superior a la esperada:  
·         Dermatitis herpetiforme.
·         Diabetes mellitus tipo I.
·         Déficit selectivo de IgA.
·         Síndrome de Down.
·         Enfermedad hepática.
·         Enfermedades de tiroides.
·         Intolerancia a la lactosa.

Complicaciones

Aunque normalmente son trastornos evolutivos de la enfermedad ante la falta de diagnóstico precoz, o en pacientes con escasa adherencia a la dieta sin gluten, a veces es la forma de presentarse en personas de más de 50 años:

Linfoma no-Hodgkin. El riesgo de desarrollar esta complicación es 2 veces superior a la población general, igualándose a esta después de llevar a cabo una dieta exenta de gluten durante 5 años. 

Carcinomas. Son de células escamosas a nivel orofaringeo y esofágico, o adenocarcinoma en intestino delgado o recto.

 Recetario 1
Recetario 2
Recetario 3
Recetario 4
Recetario 5
Recetario 6



sábado, 21 de enero de 2017


DIFICULTAD: Fácil
TIEMPO: 40 minutos
PORCIONES: Para 4 personas



Ingredientes para Canelones de espinacas y jamón

·     16 laminas para canelones
·     1 manojo de espinacas frescas
·     4 cdas. de aceite de oliva virgen extra
·     600 ml. leche entera
·     3 cda. harina de trigo
·     Sal (al gusto)
·     40 gr. mantequilla
·     60 gr. queso Roquefort
·     50 gr. jamón serrano
·     1 diente de ajo
·     1 cebolla
·     50 ml. brandy
·     Pizca de nuez moscada

Dentro de la gastronomía italiana, la pasta de trigo es uno de sus alimentos estrella. Sea cual sea la forma en que se consuma,  un plato de pasta es casi el día a día de las mesas italianas.


Los canelones o cannelloni en italiano, son una forma más en la que podemos encontrarnos la pasta de trigo, se trata de unas laminas cuadradas o rectangulares de pasta que se pueden rellenar con gran cantidad de alimentos, ya sea carne, pescado o incluso verduras. Se atribuye a Gioachino Rossini, compositor italiano, la invención de este tipo de preparaciones de pasta, de hecho una de las recetas más típicas de canelones son los cannelloni alla Rossini, rellenos de carne con foie y champiñones, bañados con bechamel.

Hoy hemos preparado una receta de canelones, unos canelones con espinacas. Se trata de preparar un relleno con las espinacas como base, con el que formar nuestros canelones, y cubrirlos con una espesa salsa bechamelenriquecida con queso roquefort, una combinación que personalmente me encanta.

Por supuesto puedes utilizar el queso que más le guste para acompañar a la salsa bechamel, aunque es necesario que sea del tipo cremoso para que liguen perfectamente. También puedes encontrar un relleno más cremoso donde juntamos las espinacas con ricotta.

Aunque no se trata de una receta vegetariana la cien por cien, ya que le hemos añadido una pizca de jamón al relleno, perfectamente podemos sustituirlo por tofu o incluso otra verdura. Los canelones nos ofrecen un sinfín de posibilidades a la hora de rellenarlo, si bien es cierto que requieren cierto  trabajo en la cocina, preparar unos canelones rellenos de carne o unos canelones de pescado son también una alternativa estupenda para disfrutar de la pasta.

Preparación de los canelones de espinacas y jamón

1.   Comenzamos cociendo las láminas de pasta para canelones siguiendo las indicaciones que nos ponga el fabricante. Una vez cocidas las colocamos separadas sobre un paño húmedo y las reservamos hasta el momento de utilizarlas.

2.   En una sartén amplia calentamos el aceite de oliva y cuando esté listo incorporamos la cebolla y el diente de ajo cortados en dados pequeños, en brunoise. Sofreímos las verduras hasta que esté bien blandita, lo cual nos llevará unos 15 minutos a fuego medio. Incorporamos el jamón cortado en daditos y seguimos cocinando durante 2 o 3 minutos.

3.   Lavamos las espinacas, retiramos la raíz y las troceamos groseramente, no es necesario cortarlas en pedazos demasiado pequeños. Añadimos las espinacas a la sartén y cocinamos hasta que hayan reducido su volumen. Añadimos el brandy y dejamos que se evapore el alcohol y se reduzca. Retiramos del fuego y reservamos. Podemos probar la sal en este momento y añadir si fuera necesario.

4.   Preparamos una salsa bechamel en una sartén grande. Para ello calentamos la mantequilla y en el momento en que se derrita añadimos la harina. Cocinamos la harina para eliminar el sabor y salamos ligeramente. Incorporamos inicialmente 100 ml. de leche y con un batidor, sin parar de remover, vamos integrándola con la mantequilla. Añadimos la leche poco a poco sin dejar de batir con las varillas para evitar que se formen grumos. Podemos añadir una pizca de nuez moscada en este momento.

5.   Incorporamos el queso Roquefort desmenuzado a la salsa bechamel y seguimos removiendo hasta que se haya disuelto. Cocinamos la salsa durante 5 minutos a fuego bajo removiendo sin parar y retiramos del fuego. Añadimos unas cucharadas de la salsa bechamel al refrito de espinacas y mezclamos bien para integrar.

6.   Montamos los canelones rellenando cada una de las láminas con el refrito de espinacas y los vamos colocando en una bandeja apta para horno. Una vez que tenemos todos los canelones preparados y colocados en la bandeja, los cubrimos con la salsa bechamel y horneamos a 190º C, con el horno previamente con calor arriba y abajo, caliente durante 15 minutos.

7.   Cambiamos la posición del horno y gratinamos durante 5 minutos la superficie. Servimos bien calentitos y adornamos con unas hojas de menta o espolvoreado con perejil fresco.




Podemos acompañar estos canelones de espinacas con una ensalada de tomate y cebolla aliñada simplemente con aceite, vinagre y sal. No se necesita mucho más para disfrutar de un plato de pasta completo y muy sabroso.


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